Análisis Monument Valleys
Por si alguien a estas alturas de la película no conoce Monument Valley, os diré que son juegos de puzzles en los que tendremos que jugar con las perspectivas para llevar a nuestra protagonista de un punto a otro. Así dicho, podría tratarse de un juego como otro cualquiera, pero no amigues, estos juegos son magia.
Esta no ha sido mi primera partida, de hecho es la segunda vez que me paso ambos. Y aunque recordaba algunas partes, ha conseguido emocionarme y ponerme los pelos de punta como la primera vez. Además, la vez anterior lo jugué sin sonido, cosas de jugarlo en el móvil, y madre mía lo que me estaba perdiendo.
Porque si bien en MV, la historia es un poco difusa, y bastante secundaria. Quizás el segundo tiene más carga emotiva, por eso de ser una madre y una hija. Lo que verdaderamente importa es lo que transmite a nivel visual. La elección de los colores es una auténtica pasada. Y es que sin diálogos consigue emocionarnos a unos niveles que pocos juegos alcanzan.
A nivel de dificultad, me parecen bastante sencillos. Solo recuerdo haberme atascado en un mapa la primera vez que lo jugué. Una vez que interiorizas el tema de la perspectiva y las ilusiones ópticas, es bastante intuitivo. Y aunque sea un juego de puzzles, la resolución es lo de menos, porque el juego es tan bonito, que nos tiene expectantes a ver que es lo siguiente que nos descubre. Hay varios títulos que me han dejado con la boca abierta, como el The Room o Boxes: Lost Fragments, pero estos de verdad se llevan la palma. Escribo esto 30 minutos después de terminarme el mapa de los árboles y todavía sigo flipando de lo bonito y original que es.
Así que si alguien no conoce estos juegazos, aprovechad antes de que salga el tercero. Y si sí los habéis jugado, quizás os apetece daros otra vuelta y contemplar maravillas el Valle de los Monumentos.
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